Biografía personal
Mi nombre es Alvaro Martinez, conocido por el ciberespacio como DioxCorp.
Llevo vinculado a la tecnología y todo lo que huela a digital desde el día que mi padre compró el ZX Spectrum 48k, cuando yo era un retaco que poco más podría flipar en colores algunas tardes delante de la una vieja TV Telefunken que tenían mis padres en el salón.
Con el tiempo mi padre compró el ZX Spectrum 128k +2 de Amstrad (adios, sir Clive) por la comunión de mi hermano mayor. Conseguimos una vieja tele portátil a color para nosotros solos, que empleabamos de monitor: los buenos viejos tiempos del color-clash.
Siempre he sido una mente inquieta, que no se conformaba con formalismos y establishment. Si algo se podría hacer de mejor manera, siempre me rebelaba para demostrar que mi visión podía funcionar mejor. El 99% de mis mejores recuerdos se encuentran al lado de una pantalla, en alguna parte del proceso.
Siempre he estado muy ligado a la imagen y al sonido, a lo largo de toda mi vida. Desde el primer compatible IBM PC, un Amstrad 3286, que entró en nuestro hogar por mi propia comunión más todos los ahorros de mi hermano.
Me pasaba el día jugando a los juegos de la época, destacando las conversiones de arcade de Taito y sobre todo, juegos que luego supe eran portados del Commodore Amiga, al que siempre envidié.
Posteriormente evolucioné a tareas más creativas, componiendo ilustraciones e incluso algunas animaciones, con las versiones PC del Deluxe Paint de EA para PC (II y Animator), que lograban alguna resolución superior del chip compatible VGA del PC.
Para poder llegar a hacer mis pinitos propios de composición música con ImpulseTraker, tuve que esperar a tener mi primer PC en propiedad, un AMD K6 a 166Mhz, con una tarjeta de sonido compatible SoundBlaster. racias a él, me inicié en el multimedia.
Perfil profesional
Suelo ser un estudiante pésimo, pero tengo un cierto don en comprender las cosas y sus relaciones de una manera muy especial. Por lo cual, en casi todas las facetas de mi vida soy autodidacta, muchas veces por el metodo mas simple del mundo: prueba y error.
Despues de pasar sin mucho éxito por muchos oficios diferentes, acabé en la fotografía como una sub-división de una empresa ruinosa de serigrafía que creé años atras. Pero algo que empezó como un complemento para la impresión a gran formato, despertó algo en mi. Una pasión y un interés en jugar con la luz y la imagen que nunca antes llegué a sentir. En ese momento encontré mi vocación.
Con unos años ya detrás de la cámara, decidí recibir formación especifica, en el ahora extinto "laboratorio de imagen" de formación profesional, para poder revelar mis propias fotos en formato analógico, y aprender mucha de la teoría de iluminación y exposición que se está perdiendo en el mundo digital. Esta decisión vino dada por que no es facil conseguir el conocimiento practico necesario o formación de calidad en castellano en video, por mucho que YouTube y otras plataformas lo intenten.